El francotirador del cine nacional. Mariano Llinas



 Durante el transcurso del año pasado, mientras viajaba diariamente desde Quilmes a San Telmo para estudiar electricidad, diariamente, en la calle me entregaban el diario "La razón". El diario, de pensamiento político unidireccional, traía de vez en vez, alguna entrevista interesante en la sección cultural. Una mañana, una de esas en que el frió te cala los huesos, como en el relato de Fogwill, abrí el diario y visualice una nota con el siguiente titulo: "Morir con las botas puestas". Uau. En un momento, el entrevistador le dice al entrevistado que imagine que él (el entrevistador) es un productor y le propone que él (el entrevistado) le diga algo para venderle la película (película que el entrevistado esta rodando). El entrevistado entonces, le dice que él no es un vendedor. Le dice: mire este dibujo. Y le muestra un papel en el cual una flor, representa la estructura narrativa y argumental del film.
Como ya, rápidos lectores, habrán notado, el entrevistado es Mariano Llinas.

 A menudo, cuando adolescentes, tenemos principios que, aunque sean en esencia estériles, mantenemos a contracorriente y pensamos también mantenerlos hasta los últimos días. Pasan los años y la intensidad de esos principios, en la mayoría de los casos, se muere, y perdemos esa capacidad de indignación que, al menos en el recuerdo, nos hacia sentir tan orgullosos de nosotros mismos, ¡Oh, jóvenes dorados!
 Por suerte, algunas personas entran en la adultes y siguen teniendo esa gran capacidad de indignación ante cosas o hechos que hieren sus principios más vitales. Mariano Llinas, es uno de estos militantes de la indignación.

 En 2002, termina de filmar su primer film, "Balnearios", una especie de "Documental experimental" (en este blog utilizamos SIEMPRE, la palabra experimental, como algo sumamente admirable y sumamente vital para que el arte camine hacia adelante y deje de caminar en círculos o, directamente, como casi siempre, hacia atrás) sobre la costa argentina y sus balnearios, sobre los personajes turísticos típicos y sus conductas más insoportables y también cuanta como viene la cosa, desde la perspectiva directa de un pueblerino del lugar. Claro, todo esto acompañado de la voz en off que ya caracteriza a Llinas (le guste esto o no. Seguramente no lo guste, pero bue). Esa que no entorpece y/u opaca lo que se esta mostrando sino que sirve para radiografiar esas imágenes desde una perspectiva mucho más profunda, por ende también más compleja pero, a su vez, mucho más dinámica. 
 Bien. Llinas, un tiempo antes, gana un premio que le otorga 15000 dolares, con los cuales termina rodando toda la obra. Cuando termina de rodarla, una productora le dice que  estaría bueno que se den de alta en el INCAA y así conseguir, aprox, 100000 pesos más. Y lo que sigue, se evidencia, es una declaración de principios. Llinas, se pregunta ¿Por qué tengo que hacer esto si la película ya esta terminada? Claro, al no presentar la película ante el INCAA, entonces no podes estrenarla en los cines convencionales y, teniendo en cuanta este pequeñísimo detalle (sarcasmo), es mucho más valorable la forma de proceder de Llinas, la forma de proceder artística de Llinas. De aquí, se desprende que para Llinas, lo único importante, es hacer la película, lo que sucede después, no importa tanto. 
 Pero siempre que uno hace lo que tiene que hacer sin mirar para los lados ni distraerse con pensamientos improductivos e intereses ajenos a los artísticos ( en este caso a los cinematográficos), ocurren cosas que nos ofrecen caminos alternos para que nuestras obras vean la luz. Mariano habla con Fernado Peña, en ese entonces director del MALBA y le propone cederle la película si el MALBA la expone, como si fuera un cine, durante al menos un mes y medio. Peña acepta. La película goza de cierta éxito dentro de un circuito pequeño de cinefilos y se expone, finalmente, durante varios meses más. Llinas desafió al sistema, y le robo terreno. Acá, gente, hablamos de películas por el amor a hacer películas, sin importar si uno gana o no un mango con esto (a todos nos gusta vivir de lo que nos apasiona, claro), de no traicionar las ideas que uno tenia más o menos pensadas al dar a luz el proyecto transando con intereses de terceros que van a distorsionar la obra que queríamos mostrar. No hablamos de un terreno pensando en un porcentaje grande de publico, sino haciendo referencia a una tierra que solo el sistema (el INCAA) puede rentarle a quienes quieren hacer películas y así, claro, alimentarse como industria. Lo cual no esta mal, pero en el caso especifico de asuntos artísticos, la industria siempre es nociva. 


 Cuando escuchamos hablar a Mariano, escuchamos a un tipo que se enoja cuando le hacen cierto tipo de preguntas. Por ejemplo, esa entrevista titulada "Morir con las botas puestas" (realizada por Javier Firpo), Firpo le pregunta: "¿Te cuesta adaptarte a ser un escritor en este país? A lo que Llinas responde: "No entiendo la pregunta. ¿Del hecho de que en rodaje de una película tome cinco años se infiere que me cuesta adaptarme a ser un director argentino? ¿Ser un director argentino es hacer películas que no duren cinco años? ¿Cuantos años tiene que durar un rodaje para que uno sea un director argentino adaptado? ¿Uno? ¿Diez?"

Anoto lo ultimo y termino: "Hay mucho que aprender de otras artes. El teatro independiente es una actividad floreciente: tenes infinidad de obras que tienen su publico. Abra que entender por qué todas las semanas la gente va a ver obras nuevas con publicidad nula. Eso en el cine, no existe. La gente esta cansada del cine. En términos de producción estamos en flor y en términos de exhibición estamos en crisis. Es evidentemente la ruina de una gran actividad. Hay que resignarse a eso. Es como el final de Tlon: "Yo no me arreglo, sigo escribiendo en el hotel de Adrogué una traducción quevediana que no daré a la imprenta". Sigo en la mía, no tengo más remedio. Y a la vez hice una película de cuatro horas y la gente la fue a ver. Por un lado es algo terrible y por otro lado es algo extraordinario. Cuando Godard filmaba sus películas, no tenia la libertad que tenemos nosotros, la hacia con productores y tenia que llevar gente al cine. Nosotros tenemos la suerte de no tener ningún tipo de relación con eso. LA NOCIÓN DE PUBLICO ESTALLO, lo único malo es que los críticos y los periodistas nos sigan preguntando por el publico. El público no existe más, NO EXIS-TE- MÁS. " 
 Declaraciones como esta, hacen que uno ame o deteste a Llinas, porque al ser tan reiterativo y enfático con lo que detesta, puede llegar a hartar. Llinas, posee esa capacidad de indignación que hacen posible al romanticismo.

Miren el cine de Llinas, un cine que le escapa a todo, un cine que funde y mezcla géneros, y lo más importante, un cine por amor al cine.



Comentarios

Entradas populares