Que los cumplas, muy feliz!


¿Que le regalarían ustedes para el día de su cumpleaños, a una persona que básicamente, materialmente hablando, lo tiene todo? Esta es la pregunta que se hace Conrad (sean  Penn) cuando llega la hora de ir a saludar a su hermano mayor Nicholas (el gran Michael Douglas) el día de su cumple.
 Nicholas, es el típico hombre de negocios ultramega ocupado que solo se hace algún hueco para jugar al squash, ya que la rutina en su agenda, se lo come vivo. Antipático y frío (aunque tiroteador serial con las mujeres, como todos los personajes que encarna Douglas), Michael hace mucho tiempo que no se ve con su hermano. Aparentemente, están un poco distanciados. El día indicado, Conrad invita a Michael a almorzar, y mediante la charla que sostienen, podemos dictaminar que Conrad es la oveja negra de la familia, el jodon, el bardo, el vago, y Michael, el recto y exitoso. Conrad extiende su mano para darle a su hermano, una tarjeta. Esta, es de una empresa que, segun Conrad, te hace la vida más divertida. Michael sonríe, ¿Qué? Es un juego, dice el pequeño Conrad, te lo recomiendo fervientemente. El resto del día, Michael se quedara pensando en todo esto.
 En determinado momento de la semana, Michael se dirije a la dirección de este "empresa", se presenta, le explican como va todo (aunque nunca son claros. Todo es muy ambiguo), le realizan unos test psicofisicos y le dan la bienvenida, el juego acaba de comenzar. Con el correr de los días, comenzaran a pasar cosas fuera de lo normal que le harán pensar a Michael que esta "empresa" es, en realidad, una organización criminal que planea quitárselo todo y  hasta de la cual su hermano Conrad, forma parte.
 A medida que van sucediendo estas cosas, también nos iremos enterando de la relación de los dos hermanos con sus padres, del roll que tuvo que ocupar el personaje de Douglas cuando el padre se suicida y otras varias cosillas del circulo familiar. Nadie se vuelve frió y antipático porque sí. 

 Pasemos en limpio. Tenemos a los dos hermanos: uno que vive sin preocupaciones y otro que esta tapado hasta el cuello por responsabilidades laborales. Con el desarrollo de las acciones, la oveja negra nos demostrara que muchas veces, los que se dirijen por la linea recta en realidad están caminando por una soga tensada entre las terrazas de dos edificios gigantescos. Un paso en falso, un objetivo no cumplido, y terminamos con la vereda tatuada en la frente. Michael tendrá que sufrir varias cositas para entender el comportamiento errático de Conrad, y así, poder acercarse mutuamente nuevamente. 
 La película tiene un tono altamente misterioso, una dinámica sumamente rápida y, por momentos, ciertas escenas bañadas de ciertas cortinas oníricas que enriquecen la estética del film.
 Aveces solo nos damos cuenta de lo imbéciles que somos, cuando sufrimos situaciones limites que, mediante la impotencia, nos dejan en evidencia. Cuando ya no tengamos miedo de perder lo nuestro, estaremos un poco mejor con todos los demás.

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