La inocencia de crear una divinidad.


 En fin, ¿Es mejor salir corriendo o escribir poesía? 
La poesía, escribir poesía, tal vez sea un conducto viable para salir lo menos afectado posible mentalmente de uno o varios acontecimientos extremos, sucesos que, o nos giran la cabeza logrando cambiar nuestra perspectiva, o nos dan la golpiza definitiva.

 Transcribo dos poemas que no me significan ahora, pero son los últimos que "escribí": Insulten si es necesario.



Sin palabras

Mi novia y yo,
filmamos un film.
Nos mezclamos entre la gente
Durante la primera función.
Un collage de voces 
sobresale del dominante silencio
mientras yo la tomo de las manos
y le digo, cursi, que todo va a estar bien.

Mientras prepara café
y yo escribo,
la miro de espaldas y lagrimeo.
Sus nalgas y su pelo,
superan mi lenguaje.
De repente,
una noticia me perturba.
Nos refugiamos entonces
bajo las sabanas,
hasta que el ruido cesa. 


Manotazo de ahogado

Dos profesores, en penumbras,
dialogan sobre el mal.
Al bajar del colectivo,literal,
me traga la noche.
La gilada puntual,
se encamina con la llama celular.
Recién ahí, por vez primera,
el hombre abstracto se mezcla entre las sombras.

Mientras varios se quejan de la falta de un grupo electrógeno,
yo festejo
porque suspenden el parcial.
Me cuesta, siempre,
entender la idea de ganarse la libertad.
La emergencia.
El contraste de la emergencia
y la noche sin fin,
ensaya siluetas que se lo comen todo.
Cuerpos recortados por la indignación y el azar.
Finalmente me sorprendo,
me sorprendo de mi y de todos.
La estupidez y el dolor,
moldean los fenómenos.

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