Poemas de bolsillo






                           Para Estefania, mi admiración.


Madrugada       
                        


Tengo,
un sueño reiterado.
La fotógrafa marginal
llega en su moto de madrugada.
Sobresaltado,
escucho en la cama
su llamado de aplausos.
Mientras se cambia de ropa
y seca su pelo,
le preparo un poco de arroz.
Son, me dice,
los detalles silenciosos,
el entramado del amor.

Lo que sigue,se nubla.
Me cuenta que en la ruta,
un auto oscuro y azul,
parecía seguirla.
Le digo que en la ruta,
todos van en la misma dirección.
Luego le pregunto
por su trabajo.
Con las manos frías
me cuesta gatillar,dice.
Su manera de comer el arroz,
me tranquiliza.




¿Se puede escribir un poema cuando el lenguaje es superado y no alcanza para dar de lleno con palabras al querer evidenciar una iluminación? Se puede, al menos intentarlo. Una forma limitada, es buscando formar una foto de dicho acontecimiento a como de lugar. Aquí, el intento.

 Buenos Aires, frío. Mayo.




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