Si hablo conmigo, me mato

Ideas torcidas sobre el film "Vaquero", de Juan Minujín.


   Una historia, todos los reflejos.

 Es completamente meritorio, lograr una obra, en este caso un film, con el cual o en el cual se vean reflejadas las vidas de muchos de todos nosotros. Claro, dicha obra puede poner en el tapete una historia enroscada o una simple, ya que nuestro mecanismo mental también procede de esa manera: generando o percibiendo problemas complejos y/o problemáticas elementales. Muchas veces ,de hecho creemos que tenemos conflictos que solo nos están pasando a nosotros, que nadie más en el devenir histórico sufrió de la misma forma que nosotros y, al vernos identificados con un personaje o una serie de acontecimientos, esa idea nuestra es pulverizada y ya no nos sentimos tan solos en el mundo. Al menos por la siguiente media hora. 
Esto, es lo primero que se me vino a la mente cuando enganche el film "Vaquero", del actor y por suerte también director, Juan Minujín.
 Como ya hemos mencionado en el blog mi novia y yo, I-sat, el canal I-sat, es una gran fuente por ahora inacabable de películas under, de películas de autor, de películas hechas a medida, en resumen, de cine hecho por amor. En dicho extravagante océano de peces extraños y complejas ciudades sumergidas,encontré, de madrugada (horario en el cual se encuentran las cosas brillantes de verdad) "Vaquero". No la termine de ver, por alguna razón, pero por suerte la enganchamos a la mañana siguiente y nos pegamos a la pantalla como una calcomanías.
 El film narra la historia de Julián Lamar, un actor al que tranquilamente, a priori, podemos decir que le va muy bien. Esta rodando una película y haciendo una obra de teatro a la cual parece irle excelente. Pero internamente, hay algo en Julián que puede detonar en cualquier momento. Una bronca, una preocupación, un malestar individual que, frente a nosotros, lo hace muy humano. Muy cercano.
 Cuando termina la obra, Julián sale a saludar a sus conocidos. Varios, lo felicitan por su performance. Incluso una chica, le avisa que un reconocido director extranjero esta realizando un casting en Argentina para su próxima película. Hasta ahí, todo normal. Ya cuando se despide de sus compañeros en el estacionamiento, una voz en off, irrumpe en escena. Es, se evidencia, la enfurecida voz de Julián, que se contrasta con la personalidad tranquila que esta el momento parecía tener el personaje. Julián, en dicho monologo interno, despotrica contra sus compañeros, los trata de buitres chupa sangre, mercenarios que por lo único que se preocupan es por los contratos y por la plata, pero lo hace de tal forma y con tanta cantidad de palabras, acompañado también de una música super tensa, que termina siendo saturante para el expectador, quien termina con el mismo sentimiento que el protagonista: "desencajado". Para equilibrar, las escenas que le siguen a los monólogos enfurecidos de Julián, marcan un silencio, de esta forma, también contrastan mucho más, consiguiendo mostrarnos lo lejos que están el mundo exterior y el mundo interior de Julián. 
 Mientras tanto, en la película que esta rodando, Julián tampoco se siente muy a gusto, sobre todo con un actor que tiene aires de grandeza y es bastante insoportable, muy bien interpretado por Leonardo Sbaraglia.
 En determinado momento, Julián va finalmente al casting que realiza el gran director. En dicha escena, Minujín refleja de manera increíble la intimidad del mundillo de los casting, donde cada una de las personas que asisten viven una experiencia como mínimo, embarazosa, en la cual el nerviosismo generado por la presión de saber que si no tenemos 5 minutos de lucidez, no vamos a poder mostrar lo mejor de nuestro profesionalismo y por ende quedar afuera del proyecto, juega un papel determinante. Además claro, del carácter de cada uno. Algunos, pueden sentirse tan mal saltando de rechazo en rechazo que pueden llegar a dejar lo que realmente los apasiona. Finalmente le va bien. Le dan por escrito un par de lineas para ensayar, para el próximo encuentro con la producción. Su carrera profesional, parece sonreír.
 Pero si el que no sonríe es uno mismo, las cosas se pueden poner turbias. Julián, sigue a lo largo de la película con estos monólogos increíblemente logrados, defenestrando no solo a los que lo rodean si no a él mismo, llegando casi al extremo de odiarse. Claramente, no gusta de si mismo. La violencia que engendran tales pensamientos en la cabeza de Julián Lamar, no lo ayudaran a proceder a su favor. Pero sí lograra desencadenar situaciones y presentarnos reflexiones sobre el mundo del arte en general y de la actuación en particular (¡de la vida! como aquel poema de Vicente Luy) que consiguen dar a luz una gran película. 
 Como escucho decir a aquella voz Kurt Cobain mientras se suicidaba, "es mejor explotar que ir desvaneciéndose". Sepamos, entender la frase de una manera menos drástica y mucho más productiva.

 Descubran al Juan Minujín director que, si como actor les gusta, de esta forma les gustara más. Aquellos pacatos de siempre, por lo menos, se sentirán sorprendidos. 
 Salud de cine de verdad.

Bonus Track: En uno de sus monólogos, Julián nos dice algo descomunal. Textual: "El culo es muy importante. Más importante que todas las obras de arte del mundo"
                                                                                               Buenos Aires, frío. Junio 2015. 

Comentarios

  1. La peli es muy buena, esta en you tube: https://www.youtube.com/watch?v=hVxu3tyGBG8 Esta dirigida por el actor y director Juan Minujín, sobrino de la artista plástica Marta Minujín. Te la recomendamos ampliamente. Gracias por compartirnos tu opinión.

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