Como el sol cuando amanece


(Sugerencia: lean el articulo escuchando el tema que aparece al final del mismo)

Bien, un yanqui de paseo con su novia por Turquía. El joven, un niñin de mama y papa, tiene la brillante idea de esconderse dos kilos de Hachís para, una vez ya en casa, vendérselo a sus amigos. La empresa: pegarse varios panes de la droga al cuerpo, lograr pasar los controles policiales y subir al avión. Con las clásicas características típicas del gringo sobrador que nos mostró la industria cinematográfica norteamericana, el muchacho cree que saldrá airoso de dicha situación. Error, la policía turca le saca la ficha fácilmente y lo encarcelan. Un fiscal, pedirá prisión perpetua, pero el juez, terminara dictando una sentencia de 4 años y pocos meses. Billy, destruido, espera que su padre, quien viajo a Turquía para ponerse al tanto de la situación que atravesaba su brillante hijo, con ayuda de un abogado turco que inspira menos confianza que Mauricio Macri, logre una buena apelación que permita reducir su condena. Hasta acá, más allá de estar en un país remoto (claro, y preso) las cosas no parecen tan densas (al menos para los espectadores más optimistas). Eso sí, los guardias lo muelen a golpes varias veces, pero Billy es de hierro. 

 Con algún que otro sobresalto típico, tal vez , para un nuevo en la cárcel, Billy comienza a borrarle años a su castigo. En determinado momento festeja. Solo le quedan cincuenta y tres días. 
 Un buen día, a Billy le comunican que el fiscal aguafiestas siguió insistiendo hasta que su opinión fue tenida en cuenta. Aparentemente, van a modificar la sentencia para Billy. ¿Que se busca? Lograr una condena ejemplificadora. Usarlo como conejito de indias. (EEUU y Turquía tenían en el momento, una pésima relación). Una vez puesto al tanto de la verdadera situación, de su verdadera situación, Billy atravesara un camino vertical que lo llevara a tocar, de manera literal, la locura verdadera. 
 Ahora bien, ¿Ustedes, mis queridos hermanos, creen que Billy, que la existencia de Billy, fue solo una invención fílmica? Billy, (un muchacho con grandes dotes para el narcotrafico (sarcasmo)) esta entre nosotros. Y destaquemos también, no porque sea meritorio o no, que Billy, hace poco tiempo, acaba de pedirle perdón a todos los turcos, por lo mal que los hizo quedar el film que recreo la serie de hechos desafortunados que atravezo, como país y como sociedad. La intención del cineasta es clara, hacer quedar a los turcos como una pandilla de salvajes ensañados con la pobre victima yanqui. Bueno, más o menos lo que hacen siempre en las películas de gran tiraje (masivas). Ya lo dijo Bart Simpson cuando cree que tiene lepra (pueda que me confunda y sea en otro capitulo) "¿Por qué me pasa esto a mi? ¡Solo soy un pequeño niño estadounidense!"
 El film fue dirigido por Alan Parker en 1978, cinco años antes de que los Pink Floid (a cierto, el único que decidía era Waters) lo contraten para filmar The wall y el protagonista es encarnado por Brad Davis, logrando una actuación memorable. Más allá de lo comentado acerca de que la película es altamente pro yanqui, cinematográficamente, la obra es muy buena. Buena fotografía, música descomunal y memorable, buenas actuaciones. ¿Qué más pedir? Diré para finalizar, a manera de anticipo, que hay una escena demencial en la que Davis brilla como un Crazy Diamont.


 Vean el film. Critiquen. Ataquen. Vivan.




Comentarios

Entradas populares