Noé mí idea: Caos, el cuco

Noé mí idea: Caos, el cuco


Articulo escueto escrito a manera de invitación a la muestra "Noe, siglo XXI"


Enviados especiales, Tefi26severine y Gabriel Appella


 Reseña sobre la muestra "Noe, siglo XXI"
Avecesodiomorir asistió a la muestra de Yuyo Noe que se expone en el espacio "Colección Amalia Lacroze de Fortabat", en Puerto Madero, y te contamos, en primera persona, lo que vieron nuestros cuatro curiosos ojos. 
 Por empezar, el Miércoles pasado, día de un calor a las claras netamente hostil, emprendimos un viaje de cuatro horas hacia el mismísimo interior de Luis Felipe Noe, Yuyo, para los amigos.
 Nos perdimos. Entablamos dialogo con benignos lugareños que nos ayudaron, sin contradecirse entre ellos (hablamos con más de 10 en búsqueda de socorro), y encontramos, feliz y exhautamente, el ansiado lugar. Ahora solo unas escaleras altisimas nos distanciaban de una de las partes más vitales de la nueva figuración (aunque las obras que aquí se exponen son del 2000 en adelante). Y esto es engorroso, cuando por fin llegamos, nos perdimos de lleno, dimos con la cara y el corazón, sobre la primer obra que se divisa al ingresar al primer piso, un lienzo de dimensiones astronómicas que logra que el espectador no solo casi caiga por las escaleras, ruede y sea salvado por un atento guardia (dudoso y surrealista) o directamente se rompa la cabeza contra el suelo, si no que también, capta al espectador y lo sumerge en él (en este cuadro), como si todo el universo Noe, con destellos flúor en contraste con los blancos y negros, las texturas y los rostros difuminándose, se concentrara en esa sola tela hipnótica. Siguiendo con nuestra peregrinación, nos topamos con tres instalaciones de las cuales solo hablare muy brevemente, de una sola de ellas. Compuesta por bastidores grandes dados vuelta, con ventanas con la cara de Yuyo y su hijo Gaspar detrás, con marcos destruidos y cintas de papel cubiertas de texto, Noe demuestra su mayúsculo interés de querer sobrepasar los limites por momentos limitantes, (valga la redundancia) del formato "cuadro".
 Otras varias obras son bastidores cortados de manera alternativa también matando el convencionalismo de lo rectangular y/o cuadrado. En otros se ve la búsqueda incesante del artista en contrastar texturas.
 Noe parece trabajar las obras por secciones (en parte porque tienen tanto contenido (sin especificar cual o qué es) que si no procediera de esta forma, de seguro se volvería loco). Partes que encastran unas sobre otras. Secciones de papeles pegados sobre el lienzo, una tapa de inodoro atornillada a un cuadro, obras que giran, portaretratos y una poco recomendable visita guiada, componen esta increíble y, creo yo, necesaria muestra.
 Aquí, algunas de las que se exponen:








 Sin más, corran, escapen de sus trabajos, huyan de sus familias, salgan de la cama y visiten ya, "Noe, siglo XXI".
 Después de ver todo esto, ya me sentí mucho mejor, y eso claramente, no es poco.

 Hermanitos, de verdad, no se la pierdan, hasta el 1 de Febrero tienen tiempo. La entrada sale 50, excepto los miércoles (el día que fuimos nosotros, jeje) que sale 25!

 A observar y ser observados!

 Bonus track: Algunas fotos de una increíble escultura realizada por Nishj Muntabsky que se encuentra en la puerta del Fortabat: 






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